El número de fallecidos registrados este año en accidentes de montaña en el Pirineo aragonés y en los barrancos de las sierras exteriores se ha reducido casi a la mitad respecto al mismo periodo del año pasado, al pasar de 30 a un total de 17.
Así lo ha asegurado hoy a los medios de comunicación el consejero de Política Territorial e Interior del Gobierno de Aragón, Antonio Suárez, antes de presidir una reunión del comité de seguimiento de la campaña "Montañas Seguras", de la que también forman parte la Guardia Civil y la Federación Aragonesa de Montañismo.
A pesar de que el número de muertos en montaña ha descendido de forma significativa este año, la cifra total de accidentes que requirieron la presencia de los grupos de rescate ascendió a 327, veintiuno más que en 2010.
Del porcentaje total de víctimas, seis fallecieron la pasada temporada invernal a consecuencia de aludes de nieve ocurridos en laderas y vertientes no señalizadas.
En su intervención, el consejero se ha mostrado convencido de que el descenso de accidentes graves y con víctimas guarda relación con la campaña "Montañas Seguras", que ha permitido informar este año a unas 10.000 personas gracias a la labor de ocho equipos desplegados en zonas de acceso a barrancos y terrenos montañosos.
Suárez ha destacado la "importancia" de la campaña, dada la progresiva intensificación del turismo desplazado a zonas de montaña del Pirineo y a barrancos y a la falta de información y de preparación de que adolecen en muchos casos los aficionados.
A este respecto, un portavoz de la Federación Aragonesa de Montañismo (FAM), Modesto Pascau, ha admitido que existe una gran variedad de causas en los accidentes de montaña, ya que a las imprudencias se suman factores climáticos y otros de diversa índole.
Como el consejero, Pascau se ha mostrado convencido de que la campaña llevada a cabo este año ha permitido "echar atrás" a personas que tenían previsto realizar una actividad de riesgo sin la preparación o información adecuadas, "no obligándoles sino convenciéndoles".
Se ha referido, asimismo, a determinados "puntos negros" que concentran un número mayor de accidentes de montaña, entre los que ha destacado la Escupidera de Pineta, en el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, zona sobre la que ha asegurado que "habrá que tomar medidas".
En una intervención posterior, el consejero ha expresado su convicción de que las imprudencias en montaña se deben evitar con campañas de prevención e información, por lo que ha rechazado la posibilidad de cobrar los rescates a los afectados en estos casos.
Además, ha comentado que el Gobierno aragonés sólo se encarga de los costes sanitarios que conllevan las operaciones de rescate ya que el resto del operativo corresponde a la Guardia Civil.
En su opinión, la prevención y la información es "el trabajo a realizar", pero ha incidido al tiempo en la necesidad de que las personas aficionadas a la naturaleza y a los deportes de riesgo se federen y dispongan de un seguro para este tipo de accidentes". EFE
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